Torre Puig T1 se levanta en medio de un episodio urbano donde se despliega un conjunto de torres autónomas, claramente identificables, en una de las zonas de negocio de mayor desarrollo del área metropolitana de Barcelona, Plaza Europa.
Caracterizada por una espiral de vidrio que envuelve el volumen, buscando una figura unitaria y haciendo referencia mediante el material y su transparencia, al valor que Puig siempre ha dado a los contenedores de sus fragancias.
Con una altura de 109 metros, la torre se organiza en un cuadrado de 27,5 por 27,5 metros. La planta de la torre resalta la importancia del núcleo central, el cual no solo resuelve las comunicaciones verticales y los servicios, sino que también contribuye a definir y estructurar el espacio útil. Alrededor del núcleo se despliegan las áreas de trabajo, permitiendo disfrutar del paisaje urbano de Barcelona. La banda vítrea contribuye a dotar a los espacios interiores de un atractivo filtro, al tiempo que mejora las condiciones de asoleamiento en el interior del edificio.
El programa corporativo de la torre incluye un auditorio o sala de debates con salas de reuniones anexas. En la planta inferior se encuentra el vestíbulo y el área de recepción, conectados a través de una escalera en espiral con el primer piso, donde se ubica un espacio de cafetería. Esta planta no ocupa toda la superficie, lo que crea un doble espacio que singulariza el vestíbulo de acceso. En las dos plantas siguientes se han dispuesto un restaurante con cocina y un gimnasio, mientras que el resto de plantas se destinan a áreas operativas de oficina.
A nivel interior, las plantas se han diseñado con distribuciones que liberan los espacios de cerramientos, utilizando configuraciones tipo "open space" y volúmenes vidriados para mantener una sensación de neutralidad, ligereza y pureza, buscando una unidad entre la arquitectura y sus interiores y el máximo aprovechamiento de a luz natural desde la fachada hasta el núcleo central. Se ha empleado una gama de color y materiales neutra en las zonas de trabajo, mientras que las áreas de uso común como el auditorio, el restaurante o el gimnasio, se integran elementos de madera natural de roble para crear una atmósfera más cálida y romper con la homogeneidad del conjunto.