La implantación de la Sede de Cuatrecasas en Lisboa transforma un edificio existente, situado en el número 6 de la Avenida Fontes Pereira de Melo, promoviendo espacios funcionales, biofílicos y diseñados para las personas. El proyecto crea una conexión con el exterior extendiendo hacia el interior los materiales y los elementos biofílicos. Las texturas y la paleta cromática, basadas en un enfoque suave y natural, refuerzan la imagen y la identidad visual de Cuatrecasas de forma reconocible. Encontramos denominadores comunes en los materiales de todas las sedes de la compañía, con la integración de gestos hacia lo local para reforzar el “sense of space”, característico e identificativo de cada oficina.
La principal característica del proyecto de interiores es dar respuesta, desde una visión más contemporánea, a las nuevas formas de trabajar y vivir en los espacios, generando un ambiente dinámico y tranquilo a la vez que garantiza la comodidad, la seguridad y el bienestar de los empleados. Teniendo en cuenta el confort térmico, lumínico y acústico, el proyecto de oficinas da la bienvenida a la iluminación natural en todas partes.
Compositivamente, todos los niveles del edificio de Lisboa se dividen en dos pastillas, separadas por un núcleo central con las comunicaciones verticales. Los primeros dos niveles están anclados por una escultural escalera helicoidal revestida en cobre, inspirada en la forma de un sacacorchos. A través de la escalera accedemos a la primera planta donde encontramos un espacio polivalente, o foyer, y el auditorio, espacio emblemático del proyecto que, con 140 butacas, funciona también como una sala abierta a la comunidad y al intercambio de conocimiento.
El programa incluye un restaurante, un gimnasio con salas de actividades dirigidas, una sala de formación, amplias terrazas, siete plantas con oficinas y salas de reunión. Además, la biblioteca, uno de los espacios más emblemáticos de la sede. En conexión con la sala de formación, integradas arquitectónicamente en un espacio contemporáneo que junta la historia de la firma representada por los libros, con la sala que destaca por su tecnología, es la reinterpretación del concepto clásico de biblioteca, lugar introverso y cerrado en un espacio abierto dinámico y transparente.
Las particiones interiores de las oficinas generan una sensación de transparencia y de tensión visual entre los espacios de trabajo y las dos caras del edificio, hacia el parque Eduardo VII y hacia el Tajo. Construidas con vidrio transparente para favorecer la entrada de la luz y las vistas, crean un contraste dinámico y audaz con las pantallas entre los espacios de trabajo, que aprovechan la estructura existente y tutelan la privacidad.