Jorge Castañé, Enrique Molinero, Héctor Bareas, Lars Sorensen
Fotografía
Simón García - arqfoto.com
Aragó 330
Rehabilitar la fachada de un edificio de oficinas existente, mejorando el bienestar de sus usuarios y proporcionando una imagen renovada.
El proyecto acomete la rehabilitación de la fachada de un antiguo edificio construido en el año 1979, en el contexto de la arquitectura modernista del Eixample barcelonés. La fachada pre-existente consistía en un sistema típico de la época formado por un conjunto de elementos estructurales verticales y horizontales a modo de entramado que servían como soporte de los vidrios y paneles opacos, proyectando una imagen de retícula.
El objetivo principal del proyecto es crear una nueva identidad tanto desde una visual exterior como interior, mejorando las condiciones de confort y bienestar de los usuarios. Para lograrlo se amplía el tamaño de los huecos en fachada, incrementando así la superficie acristalada y la transmisión luminosa al interior. Se trabaja el hueco como un sistema ligero modular que reinterpreta la antigua retícula, creando una fachada ventilada terminada en composite, que actúa como un colchón térmico y acústico, optimizando la eficiencia general del conjunto.
La incorporación de elementos practicables en fachada y la distribución, que libera los elementos en esquina, permiten crear una ventilación cruzada natural.
En términos de eficiencia constructiva, el sistema modular ayuda a resolver la puesta en obra con agilidad al tiempo que permite el futuro desmontaje y reciclabilidad de los materiales utilizados.
A nivel volumétrico y material, el zócalo y el cuerpo del edificio se adaptan de una forma más armónica con el tejido urbano existente y se adaptan a la escala de los edificios del entorno.
La coronación, consiste en un sistema de lamas verticales que generan una doble piel, aportando mayor privacidad y control solar. El zócalo comparte el mismo lenguaje arquitectónico, heredando así la composición de los edificios clásicos del Eixample.